Preguntas:
–¿Porqué elegiste este lugar?
Este lugar guarda especial relevancia para mi porque es el lugar de mi casa donde todas las interacciones ocurren. Aquí es donde toda la familia junta comparte la comida y habla sobre el día que han tenido, donde tomamos café con las visitas, donde le enseño trucos a mi perro con el jamón de la nevera. La esencia de este espacio se basa en la arquitectura para permitir las experiencias vividas ahí.
-¿Qué te hace sentir a gusto?
La cocina tiene una ventana y una puerta de cristal que mira a una pequeña terraza con varias macetas y una pequeña alfombra de césped artificial que mi perro usa para revolcarse cuando hace sol. Una vez más, la arquitectura y el apartado vivo de la casa se combinan para hacer de un espacio un hogar.
-¿Existe algún elemento molesto?
El espacio es relativamente pequeño, lo que dificulta el libre movimiento por este cuando varias personas llevan a cabo diferentes actividades en el mismo lugar.
-¿Crees que te sentirías igual en otro espacio ahora mismo?
Como ya mencioné, lo que hace destacar este lugar no es solo el diseño, sino las personas que lo habitan. Ahora estoy lejos de casa, y esas personas que hacían la cocina especial ya no están. En mi isla hay muchos sitios que provocan en mi el mismo sentimiento: el salón de mi abuela, la plaza y el muelle del pueblo, la terraza de mi primo, el patio de mi antiguo colegio, etc. Ahora mismo no existen para mi espacios así aquí en Valencia, pero con el tiempo aparecerán.
-¿Piensas que las condiciones de este espacio influyen sobre sus ocupantes? ¿Cómo?
El espacio influye en sus habitantes ofreciéndoles un punto de reunión a la vez que aportando un lugar donde poder alimentarse y cocinar.
-¿Cambiarías algo?
Aunque no sea la cocina más lujosa o amplia, yo no cambiaría nada. Los habitantes de la casa nos hemos adaptado al espacio y nos hemos acostumbrado a sus problemas, encontrando en ellos una imperfecta perfección.